
Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar fueron despedidos en Chihuahua, con el reclamo por las carencias de seguridad en todo Chihuahua.
El sábado pasado, los sacerdotes jesuítas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salaza fueron despedidos en un homenaje a cuerpo presente en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús en Chihuahua, donde los asistentes hicieron públicos sus reclamos.
Con la lapidaria frase «los abrazos ya no alcanzan a cubrir los balazos», la congregación de esa religión le pidió al presidente López Obrador más garantías de seguridad, para ellos y para todos los habitantes de Chihuahua.
“Los abrazos ya no alcanzan para cubrir los balazos (…) nuestro tono es pacífico pero alto y claro”, dijo el sacerdote Javier Ávila, quien ofició la misa.
Javier Campos y Joaquín Mora fueron ultimados el pasado 20 de junio, cuando estaban en su iglesia acompañados por un guía de turistas.