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Guadalajara, Jal.- Han pasado casi 11 años desde el asesinato de cuatro estudiantes de la preparatoria 8 de la Universidad de Guadalajara y a un comerciante que vendía churros. Sus cuerpos fueron encontrados en dos fosas clandestinas en lo que era el edificio de la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG), ubicado en la calle Carlos Pereira número 100, en la colonia Miraflores, en Guadalajara.
La tarde del viernes 9 de noviembre del 2011, los cuatro estudiantes y el papá de uno de ellos, acudieron al edificio de la FEG para hablar con el líder de la organización en ese momento, con quien presuntamente tuvieron una discusión por la renta de espacios para la instalación de varios puestos de venta de churros y luego ya no se supo más de ellos hasta que encontraron sus cuerpos.
Las víctimas fueron Francisco Javier Carrillo García, Gabriel Morán Cervantes, Juan Pablo Valentín Guerrero, Francisco Ismael Gómez Saucedo y Armando Gómez, padre de Francisco Ismael.
A decir de algunos vecinos de la zona de Miraflores, era común escuchar disparos dentro de la FEG.
«MUCHO MOVIMIENTO, BALAZOS, CUERPOS ENTERRADOS, MUCHO Y CADA PRESIDENTE CAMBIABA COSAS, LOS MAESTROS QUE CUIDABA, EL VELADOR, PERO EN SÍ YO NO ME METÍ MUCHO CON EL TERRENO».
Un par de años después, el edificio fue demolido por el Gobierno de Jalisco.
Luego, la UdeG inició con el retiro de comercios en los entornos de las escuelas de la red para acabar con el presunto cobro de piso.
Una de las participantes del multihomicidio es Yuridith Paloma M. quien fue capturada en la colonia Ciudad Industrial, municipio de Tepic, Nayarit con el apoyo de las autoridades de esa entidad.
La detenida fue trasladada a Jalisco y puesta a disposición del Juez Décimo Cuarto de lo Penal quien resolverá su situación legal.
